SITIOS DE SETAS (II)


En esta ocasión comentaremos varios aspectos de una  zona maravillosa y quizás no muy conocida situada en la comarca de La Cepeda en la Provincia de León  se trata de los lugares comprendidos entre los pueblos de  San Feliz de las Lavaderas y  Quintana de Castillo

San Feliz es un  pequeño pueblo de León con un gran encanto, es uno de los lugares de mas interés de la comarca de La Cepeda, tiene un bello castillo y una iglesia ligada a la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén.

En cuanto a Quintana del Castillo cabe destacar Iglesia, cruz Jacobea, palloza de piedra y sus antiguos hornos de pan
Para más información:
http://www.youtube.com/watch?v=gXT2L2u4Um8
http://www.youtube.com/watch?v=_jSkYd_Hvvo

Esta zona, tiene muy cercanas las poblaciones de Carrizo de la Rivera a 20km de distancia y tardas unos  28 minutos en llegar.

En esta zona tenemos un magnifico restaurante Casa Amagada ubicada en Quintana del Castillo, y en la zona cercana al embalse de Villameca, esta maravillosa casa rural, rodeada de un paisaje inigualable, conocido por sus robledales y cerezos. (carretera LE 451), tiene una muy cuidada restauración micológica en temporada y otros platos  delicia de los comensales, con una cocina tradicional de la zona.
Para más información.
http://www.casamagada.com/casamagada_espanol.html

Unos datos interesantes pàra situarse en la zona:
Distancia entere San Feliz y Quintana 7,5 KM y tardas unos 10 minutos
La distancia de Quintana a Astorga es de 25 Km tardas unos 35 minutos
También tenemos el Embalse de Villameca a unos 15 km

A mitad de camino entre los dos pueblos, los bosques de pinos son muy abundantes después de pasar el pueblo de San Feliz están situados los primeros pinares que podemos explorar par buscar nuestras setas, en la siguientes coordenadas 42º 40’ 50.79’’N -  6º00’16,04’’ O  a una altitud de 1181m.

Si realizamos el viaje desde Asturias nos saldremos de la autovía en La Magdalena  a nos quedarían unos 30Km. Para llegar al lugar propuesto. Por una carretera comarcal muy interesante con paisajes maravillosos y atravesando pueblos para tomarnos un café. Tenemos dos opciones ir por Rioseco de Tapia o por Soto y Amio.

Espero que os resulte interesante esta excursión.

José Manuel.

José Manuel.

 

"Pollo de los Bosques"


Que bien tus recetas con "Pollo de los Bosques", los que cogimos este año cerca de Arriondas en Junio, los cocine en salsa, y estaban muy  buenos.
Me recuerdo una comida hace años en el restaurante de Antonio Cartuccio en Covent Garden (Londres) con esta seta. El menú aquel fue Primero: calamares rellenos y de segundo: raviolis con pollo de los bosques y seta coliflor, terminando con un strudel de setas. Tintos y Blancos Italianos, para variar  un poco de nuestros magníficos caldos  Españoles.

Kenneth

La Micogastronomia Vegetariana.


Mi amiga Veronica, vegetariana de todo la vida, mi piden recetas, Pues manos a la obra, hay muchas y aquí mis SETAS AL CURRY.

El curry en polvo o pasta es una mezcla de especias típica de la cocina india cuya composición varia ampliamente. En supermercados y tiendas gourmet en España se venden dos marcas, los mejores para mi, Patek's y Sharwood's, mild (suave)y hot (picante).

Ingredientes:

Un buen chorro de aceite de oliva. Una cebolla picada. Dos patatas y una berenjena en trozos gruesas. 250 gr champiñones o setas de cardo. 3 cucharas soperas de de pasta o polvo de  curry. 150gr caldo vegetal 400ml lata de leche de coco. Sal y pimienta a gusto. 

Preparación:

En sarten ancha calentar el aceite y dorar 5 minutos cebolla y patata. Agregar berenjena y setas y se sofríe 5 minutos más a fuego lento. Poner curry, caldo y leche de coco y dejamos  hervir todo durante unos 12 minutos. Salpimentar y servir sobre arroz Basmati.

Kenneth

Mas Recetas


Primero recordar recetas ya en el blog con hydnum, parasoles, setas  de cardo, boletus, níscalos, etc. y aquí hay de varios cocineros y colaboradores, Todos estos recetas están bien probados por nosotros mismos y familiares y amigos así que adelante y a cocinar!

Tenemos, como siempre agradecer especialmente a Juan Antonio de la Rica su gran ayuda en asuntos de como cocinar cada seta.

Ya hemos cogido setas de cardo en Palencia y León, así que probarlas.

 A continuación dos recetas:


Níscalos con Pollo y Vino

Mi favorita, esta receta de Marisa Castro, ademas, con codornices es incluso mejor.

Ingredientes:
Níscalos, un pollo troceado, un diente de ajo, una copa de coñac, un vaso de vino tinto, aceite de oliva, sal y pimienta.

Preparación:
En una cazuela de barro calentar el aceite y dorar el ajo picado. Agregar el pollo troceado y sofreír hasta dorarlo. Agregar en ese momento el coñac y a continuación los níscalos picados finos, un vaso de agua y otro de vino tinto. Sazonamos y dejamos cocer treinta minutos.

 
Setas De Cardo Con Almejas.

Ingredientes:
Setas, almejas, ajo, vino blanco, caldo de pescado, cebolla, laurel, pimenton, sal y pan rallado.

Prepararación:

En una cazuela de barro sofreir el ajo picado fino con la cebolla hasta que esté dorada. Añadimos las setas con el pimentón y el laurel más el vino blanco, el caldo y las almejas y lo dejamos hacer todo diez minutos como mínimo.
Salpimentar, añadir el pan rallado para dar cuerpo a la salsa y servir.


Kenneth

Pastel de Patata relleno de Boletus Edulis (u otros de su grupo).


Receta de Luisa Ruiz Pastor, de fácil ejecución y con ingredientes sencillos, para mi forma de pensar, con un excelente resultado: ese es el arte de un buen cocinero. Es un plato que igualmente se puede hacer con otras setas, como tricolomas, lepistas o en mi caso, varias veces con russulas.

Ingredientes:
Algo más de boletus que de patatas, una cebolla grande, mantequilla y sal

Preparación:
Limpiar los boletus y dejar alguno para adorno. Trocear el resto muy fino y freír en mantequilla. Aparte freír la cebolla picada muy fina y mezclarla con los boletus ya hechos poniéndolos a junto  e sal. Hacer un puré espeso con las patatas, darle forma e introducir los boletus, tapar con más  puré y adornar con los boletus reservados que freímos en mantequilla cortados en láminas. Antes  e servirlo se introduce en el horno diez minutos.

Kenneth

 

Coprinus Comatus


Ya llueve con gusto aquí en Asturias y pronto vamos a ver los Coprinus Comatus, sabes, coger y comer en el día. Hay muchas recetas parecidos de Coprinus voy a describiros dos, uno de Ignacio Menéndez, con aire Asturiana, y después  el clásico de Eloísa Martínez.
Coprinos Rellenos-1

Ingredientes:
Coprinos, bechamel hecho con un poco de queso de cabrales, picadillo de ternera, cebolla, un diente de ajo, pimienta y aceite de oliva.

Preparación:
Escaldar las setas después de limpias y con los pies quitados picar fina la cebolla y el ajo, sofreír y añadir la carne picada. Salpimentar y rellenar los coprinos colocándolos en una fuente de horno. Cubrir las setas con la bechamel y gratinar en el horno.

Coprinos Rellenos-2.


Ingredientes:  

Coprinos, huevo duro, jamon serrano de calidad, ajo, sal y pimienta.

Preparación:
Picar muy fino el huevo, el jamón, el ajo rehogado y hacer una pasta con todo ello con la que se rellenan las setas. Rebozar en harina y freír en abundante aceite.

Kenneth

Macrolepiota Procera (Apagador, Parasol, Galamperna, etc.).


Es para mi una de las mejores y más sabrosas setas comestibles. Cuando ya  está abierta en forma de taza invertida, es perfecta para rellenarla y  cuando está completamente abierto, al horno o se fríe rebozado en huevo y pan rallado.
Hemos cogido hace dos semanas a 950 metros de altura aquí en Asturias. Con las lluvias que vienen está semana, los prados va a dar buena cosecha. (Ver receta del año pasado de Cachopo de Parasoles)

Receta de PARASOLES AL HORNO.
Ingredientes:
Parasoles a medio abrir, Jamón serrano, sal, pimienta y aceite  de oliva.
Preparación:
Sacaremos las escamas y las lavaremos si es necesario y dejaremos secar bien sobre papel de cocina. Untamos una bandeja para el horno de aceite, y colocaremos las setas. Después, pondremos dentro del sombrero el jamón cortado muy fino, algo de sal y pimienta y un buen chorro de aceite. Mantendremos en el horno no muy fuerte hasta que estén hechos.
Kenneth

Recetas Laetiporus Sulphureus - “Pollo de los Bosques”


A continuación describo tres recetas para cocinar Laetiporus  Sulphureus - “Pollo de los Bosques” típicas de las regiones donde se recolecta.

1ª.- Pollo  de los Bosques rebozado.

Una forma muy popular de cocinar este hongo es cocinarlo rebozado

Ingredientes:

-      8 rodajas de Pollo del bosque 

-      1 taza  harina

-      1 vaso de cerveza

-      1 limón 

-      1 cucharada picada de perejil  o cilantro fresco

-      Sal y pimienta


Elaboración:

-      Cortar la seta en rodajas no muy gruesas 

-      Salpimentar 

-      Añadir el perejil o cilantro

-      Preparar la masa del rebozado con harina y cerveza.

-      Rebozar y freír.

-      Presentar el rebozado de la seta con los trozos de limón para servir al gusto 


2ª.-Tortilla de Pollo de los Bosques

Ingredientes:

-      3 Cucharadas de mantequilla

-      1 Platito de Pollo del bosque picado en juliana

-      1/4 taza  queso rayado 

-      2 chalotas picadas finas 

-      1 cucharada picada de perejil fresco

-      4 huevos

-      1/2 tacita  de nata

-      Sal y pimienta


Elaboración:

-      Batir los huevos 

-      Añadir a los huevos la nata y mezclarlo bien

-      Salpimentar al gusto la seta

-      Mezclar las chalotas, el queso, perejil  y la seta

-      Mezclar en un bol todos los ingredientes

-      Derrita la mantequilla en una sartén caliente.

-      Verter en la sartén.

-      Cocinar  hasta que se haga el huevo.

-      Dar la vuelta a la tortilla y retire del fuego

-      Cubrir y dejar reposar durante 1 minuto.

-      Servir en la mesa troceada.





3ª- Pollo de los Bosques a la brasa:

Ingredientes:

-      6 dientes de ajo, pelados y picados muy finos

-      1/2 taza de perejil  o cilantro o fresco, picado

-      1 taza de aceite de oliva extra virgen

-      Sal

-      Pimienta negra recién molida


Elaboración:

-      Un Pollo del bosque, limpiado y  cortado en tiras anchas

-      Precaliente una parrilla o sartén.

-      Mezclar el ajo, perejil, aceite de oliva, sal y pimienta en un bol.

-      Pintar la seta con el aceite de perejil.

-      Ase las setas a una temperatura no muy fuerte.

-      Regar a menudo con el aceite de perejil y girar según vea que es necesario

-      El periodo de asado unos 10 minutos. 

-      Servir caliente o a temperatura ambiente. Puede ir acompañado de algún tipo de salsa o alioli.




 José Manuel.

Laetiporus Sulphureus - “Pollo de los Bosques”


En este artículo vamos a comentar algunos aspectos de una seta no muy conocida por estas latitudes y que sin embargo en otras partes del planeta es bastante apreciada desde un punto de vista gastronómico, esto sucede sobre todo en América del Norte, Inglaterra y Alemania. Esta seta silvestre es también utilizada  como alimento y medicina por varios grupos étnicos en Etiopía, como ejemplo: los Kaffa.

Es uno de los hongos más grandes y coloridos de todas las especies. Su fructificación es  anual con un tamaño considerable, se han encontrado ejemplares de hasta medio metro. Destaca sobre todo por su color  de un anaranjado intenso, que suele bajar su intensidad y amarillear al envejecer.

Es una especie común que fructifica, sobre árboles vivos y con algún tipo de herida, con un único individuo, es solitario. Generalmente lo hace sobre planifolios, sobre todo en roble y castaño. Es un hongo parásito que puede desarrollarse en cualquier época del año excepto en el invierno, debido a su llamativo color y a sus características, se trata de una especie inconfundible.

El pie es inexistente, se trata de una especie que se adhiere a la madera directamente. La carne no es demasiado espesa, de un color blanquecino a amarillo pálido, relativamente blanda cuando es joven, después se vuelve dura y coriácea. Tiene un olor ácido bastante apreciable, más bien agradable, y su sabor  recuerda al pollo frito, aunque es  un tanto acídulo, los ingleses la llaman “Chicken of the Woods”,  Pollo de los Bosques.

Si se congela (sin cocer), este hongo conserva la mayor parte de su sabor, por lo que es una buena especie para conservar. Deben recolectarse ejemplares sin desarrollarse demasiado. Además la ingesta de ejemplares adultos con alcohol es peligrosa.

Se han realizado estudios cuyo objetivo era identificar el compuesto terapéutico de esta seta, resultando que el Enoxolona (ácido glicirretínico)  era el compuesto único del Sulphureus Laetiporus

En otro artículo mencionaré tres recetas para cocinar esta seta, de la cocina popular en (Kentucky) Estados Unidos e Inglaterra.

 
José Manuel.


LLUVIAS OPORTUNAS

Hola amigos seguidores del blog de mico-gastronomía asturiana. Os hago ahora el relato de un par de excursiones a los Oscos que hicimos recientemente Ken, Juan y yo, Manuel. Espero que os resulte interesante y entretenido.
El tiempo caluroso y seco que disfrutamos durante este verano, tan poco propicio para la aparición de setas, motivó la suspensión de nuestras salidas micológicas hasta que las lluvias de la segunda quincena de setiembre nos animaron a reemprenderlas.

Nos pusimos pronto de acuerdo para la salida pero no así para fijar el destino. Al occidente sí -tenemos de siempre la idea de que por allí aparecen los primeros boletos y níscalos- pero ¿a dónde en concreto? Conocemos poco aquella zona. Las noticias de varias salidas en aquellos días, con buenos resultados, a los sitios más habituales de occidente nos hacían pensar que esos destinos podrían estar muy saturados de visitas. Decidimos que los Oscos, algo más alejados de Gijón, sería el destino más aconsejable.

Dicho y hecho. Las 8 de la mañana y en marcha. Allá nos vamos en amigable conversación. Disfrutando de los parajes que se nos van apareciendo mientras circulamos cómodamente por la autopista de la costa, en las tempranas horas de la mañana de aquel soleado sábado, de un verano que no se acaba. A medida que avanzamos, vamos tomando nota de bosques que nos gustaría visitar, en los que, probablemente, encontraríamos tal o cual especie de setas en el momento apropiado. Así vamos ampliando nuestro conocimiento de destinos para próximas salidas. Después, las cosas no funcionan como pensamos pero no dejamos de intentarlo por eso.
 
 
Iniciamos nuestra búsqueda por los bosques próximos al Alto de la Garganta. Vamos hacia un par de fincas que en otro tiempo visitamos con el bueno y recordado Ángel Rico  y nos encontramos con la sorpresa de que están muy bien cerradas y luciendo carteles de prohibido el paso. Nos llamó la atención, pues no advertimos ningún cambio que nos descubriera alguna nueva actividad en aquellos bosques.
 
Después de un recorrido por las cercanías, evitando las fincas señaladas, nos alejamos hacia el Sur y entramos en un extenso bosque. Tiene un aspecto estupendo y parece fácil de andar. Pronto encontramos las primeras especies, entre las que destacamos la Rúsula mustelina (a la que a primera vista confundimos con boletos). La mustelina es semejante a la íntegra y se la menciona a menudo como buen comestible, con sabor a avellana. Diré aquí que cuando la probamos al día siguiente a ninguno de los tres nos entusiasmó su sabor algo dulzón, pero ya se sabe, sobre gustos… además, la receta influye mucho siempre.

Pronto localizamos los primeros níscalos, a los que en seguida se sumaron más. No tardó Ken en darnos el grito de ¡un boleto! Era un edulis de buen tamaño y sano. Aquello nos dio alas para continuar buscando.
 
A lo largo de la mañana seguimos recolectando níscalos, unos cuantos boletos y algunas rúsulas eterófilas. También vimos un buen número de molineras (Clitopilus prunulus), seta conocida como el delator de boletos. Ambas comparten hábitat y temporada, así que es fácil que encuentres boletos en los alrededores de donde encuentras molineras. Aunque éstas suelen anticiparse a aquellos.
 
Las molineras son un buen comestible, sin embargo no las recolectamos debido a que entre sus características está la de ser muy frágil. De manera que, si no vienes al monte preparado con algún recipiente rígido para ellas, se destrozan mezcladas con las demás. Por otra parte, se la puede confundir fácilmente con algunos clytocibes blancos muy tóxicos así que, si no se la conoce muy bien, mejor no cogerla.
 
Satisfechos con la cosecha conseguida, salimos en busca de nuevos lugares. Encontramos zonas pobladas de robles y castaños. Nos las prometíamos felices pensando en los rebozuelos que podríamos conseguir allí pero todo quedó en nada. Aquel terreno estaba seco. Con la hora del almuerzo cumplida y con las cestas cargadas, el impulso de por la mañana había volado.
 
“Vamos a comer” –¿a dónde?-. El Ventorrillo nos traía buenos recuerdos, pero nos quedaba un poco lejos. En Santa Eulalia, en otra ocasión, también habíamos quedado bien. El tiempo se nos echaba encima y había que pensar en el regreso. Villanueva parecía mejor opción y para allá arrancamos.
Buena parte de la carretera de la Garganta a Villanueva se extiende a lo largo de un desfiladero no muy agreste. Va bordeando un río invisible escondido en una continua arboleda de castaños, abedules, algún herbal de los cazadores y otros árboles casi hasta la entrada del pueblo. A medio camino, una señal nos advierte de la existencia de una cascada que decidimos, sobre la marcha, visitarla a la vuelta. Lamentablemente no lo hicimos. El reloj vuela y lo que se deja para más tarde queda sin tiempo como no sea una parada prevista de antemano. No dejaremos pasar esta temporada sin visitar esta cascada y de reseñarlo en la crónica de esa próxima excursión.

Aparcamos a la entrada de Villanueva al lado de la antigua iglesia de Santa María, que nos cuentan fue convento de la Orden del Cister. Es un edificio grande que nos proporciona una buena sombra para nuestras setas guardadas en el coche. Allí mismo, al otro lado de la carretera, vemos el Restaurante Oscos. Tiene un aspecto bueno, rústico y muy agradable con su terraza delantera a la sombra de las sombrillas en aquel día veraniego.
 
 Pasamos el bar y entramos al comedor. Nos recibe Lorena, muy profesional, nos ofrece una mesa y en seguida atiende nuestros pedidos con diligencia y simpatía. Quedamos muy satisfechos de esta comida. Al sábado siguiente, último del verano, repetimos esta excursión con resultados muy similares a la primera, incluida, cómo no, la comida en el Restaurante Oscos con idéntica satisfacción que anteriormente. No, diré mejor, si cabe, pues en esta ocasión nos vamos satisfechos y con la dulzura de los excelentes almendrados de producción propia con que nos obsequia José María después de saludarnos y de corresponder a nuestras preguntas con cordialidad.
 
Todos conocéis, mejor que yo expresarla,  la alegría con la que nos vamos de un lugar en el que te has encontrado a gusto. Sientes la satisfacción de haber acertado con tu elección y te vas con el deseo de volver. Así nos ocurre a nosotros con Villanueva de Oscos.
 

Como la sobremesa se prolongó, la tarde se hizo corta. En la primera excursión volvimos a casa por Illano. En la segunda el regreso lo hicimos por El Gumio. En ambos casos incrementamos nuestra cosecha comestible escasamente. Sin embargo, ambos recorridos resultaron interesantes, aunque por diferentes razones.
 
 
De camino a Illano encontramos algunas especies de setas no muy habituales. Destacaré por su belleza unos pocos gonfidios color canela que no tienen valor culinario.
 
 
La lluvia ligera que se presentó nos recordó que estábamos aún lejos de Gijón y que nos convendría acortar el regreso en lo posible; y así hicimos.
 
 En la ruta de regreso de la segunda excursión nos llamó la atención encontrar bosques ahora cerrados en los que estaban colocados carteles de la Consejería de Medio Rural avisando de la prohibición de coger setas allí si no se contaba con autorización. Era la primera vez que veíamos estos carteles o similares. Esta prohibición y la de las fincas que habíamos visto al principio de la primera excursión nos indican el inicio de una alteración en  la tradicional y antigua afición de coger setas en nuestra tierra. Ya veremos con qué amplitud y características. Confiemos que esta prohibición, otra más entre tantas y tantas establecidas en nuestra sociedad, no proporcione el privilegio de coger setas a unos pocos interesados y se lo impida a todos los demás.
 
 
Pasamos de largo estos montes prohibidos y paramos en otros libres en los que tuvimos la suerte de ver la Lepiota felina, muy tóxica. Es una especie de pequeño tamaño con un aspecto muy característico. Su sombrero es muy blanco y tiene en el centro un mamelón marrón oscuro. Fue una pena no contar con la cámara fotográfica en ese momento.
 
Camino adelante nos alegró encontrar otras lepiotas mucho más saludables y sabrosas. Las primeras Lepiotas proceras de la temporada. Para mí las setas más ricas aunque, ya se sabe, sobre gustos… cada uno tiene el suyo. Tampoco yo degusté muchos tipos de setas así que no hablaré muy alto.
 
Concluiré diciendo que las dos excursiones finalizaron muy bien. Una buena cena, las felicitaciones de los amigos invitados, un par de “cocinillas” encantados, el aumento de nuestra afición y la satisfacción de todos
 
 
Un atento saludo a todos y hasta pronto.
 
Manuel González


 

 

El culto a Gaia.


Pasear por un bosque, buscando setas, buscando conocer el mundo de las setas, tiene un significado muy  diferente  del habitual. La asociación  hongo / árbol, a pesar de su importancia, es algo absolutamente desconocido, incluso para los propios propietarios de los bosques, aunque los seteros conocen bien. Es cierto que los hongos pasan completamente desapercibidos para “casi” todo el mundo, y que su costumbre de asomarse a la superficie muy de tarde en tarde (muchos más de lo que nos gustaría),  y de aparecer de forma aparentemente aleatoria en el tiempo y el espacio, es perfecta para vivir en el anonimato.

¿Qué importancia tiene de verdad ese mundo de finos micelios subterráneos que suponemos vive bajo nuestros pies, y cuyos frutos buscamos con interés? ¿Qué significa para los árboles?  ¿Con cuántos arboles se asocia un hongo, o se puede asociar? Y al revés  ¿con cuántos hongos  distintos puede formar microrrizas un único árbol? ¿Qué tamaño tiene un hongo? ¿Cuánto tiempo vive? Pasear por el bosque conociendo la respuestas, tiene un significado muy distinto.

El setero, sabe perfectamente que hongos y árboles forman asociaciones simbióticas de beneficio mutuo, y que junto a los arboles microrrizados siempre podrá encontrar setas. Sabe también que los hongos viven muchos años, tanto como los árboles o incluso más, sabe que un árbol puede asociarse con muchos hongos diferentes, sabe que un ismo hongo puede extender su micelio sobre una gran superficie y unir de esa forma muchos árboles dispersos, sabe que los hongos forman una red subterránea que comunica entre sí unos árboles con otros y de esa forma convierte a todo el bosque en un conjunto de seres vivos conectados todos como si fueran un único e inmenso organismo viviente.

Hace algunos años, Assimov, un escritor de ciencia ficción, creó un  relato en el que todo un planeta era un único ente vivo. La idea hizo fortuna entre algunos ecologistas avanzados, que instruyeron que todos los seres vivos nos relacionamos unos con otros al igual que los hongos con los arboles de un bosque. Algunos de estos, deseosos de encontrar nuevos dioses, a los que reverenciar, entronizaron a Gaia como nuevo objeto de culto. Gaia tiene hoy su religión y su liturgia. Sus sacerdotes ecologistas han interpretado  sus deseos y decidido (como siempre ocurre) qué es lo que bueno y qué es lo que es malo para Gaia: de esta forma, el fuego es malo, la sequia es mala, el humo es malo, el ácido es malo, el hombre es malo, sin embargo el agua es buena, la lluvia es buena, las selvas son buenas, los bosques son buenos. Esos sacerdotes transmiten a su culto sus propios prejuicios e inercias culturales. Para Gaia, el fuego, el hombre, la sequia, etc., etc., forman parte del conjunto igual que el agua o el aire limpio. Todo está conectado subterráneamente como en el caso de los hongos.

Artículo escrito por Juan Antonio de la Rica