RECETA DE CROQUETAS DE TROMPETAS AL GUSTO DE AURORA

Como colofón a nuestra temporada de verano que Juan Ramón acaba de resumir aquí en el blog, Aurora nuestra  colega en la búsqueda de setas, buena amiga y excelente e innovadora cocinera, nos ha facilitado una receta muy simple con  Trompeta de los muertos que, piensa, hará las delicias de los aficionados a saborear la cocina micológica.
            Durante estas semanas han aparecido las primeras trompetas de la temporada. Los aficionados a salir al bosque tienen un buen destino para algunos de los ejemplares que tengan la suerte de conseguir. Por otra parte, como las trompetas es habitual conservarlas desecadas enteras o en polvo, es muy fácil para todos saborear estas croquetas de trompetas. Buen provecho.
 RECETA
 
 INGREDIENTES: 2 o 3 cucharadas de harina, 1 lt. de leche, aceite, mantequilla, jamón en lonchas finísimas y muy picado, trompetas secas cortadas pequeñas, pan rallado y huevo.
 PREPARACION: Se hace una besamel normal para croquetas con harina y mantequilla, tostando la harina e impidiendo que se formen grumos. Añadimos la leche mientras removemos continuamente para que no se pegue.
            Mientas la besamel se va cociendo sazonamos con poca sal y pimienta al gusto (para esta receta prefiero pimienta negra -me aclara Aurora) añadimos unos 50 gramos de jamón cortado muy fino para que no se note en boca y sin embargo sazone. La besamel sigue cociendo y, cuando ya falte poco para que esté hecha, añadimos las trompetas secas (unos 30 gramos) y continuamos removiendo y cociendo la besamel.
            En seguida se nota el aroma de las trompetas, se prueba de sal y se corrige si hace falta. Cuando la besamel está hecha, se aparta del fuego y para que enfríe, se vierte en una fuente plana . Se tapa con papel de aluminio y se deja en la nevera hasta el día siguiente.
            Ya al día siguiente, se forman las croquetas, se rebozan en pan rallado, huevo batido y de nuevo en pan rallado y se fríen en aceite caliente para que queden tostaditas y crujientes.
            Otra opción es congelarlas en vez de freírlas. Me gustan las croquetas pequeñas. Las congelo en bolsas mejor que en taper porque las pongo un poco separadas para que no se peguen al congelarse -me explica. 
            Espero que, si las pruebas, te gusten -me dice Aurora para finalizar. No solo las probaré sino que estoy animado a hacer mis pinitos en la cocina con esta receta por su sencillez.
            Deseo que me salgan bien y a todos en casa nos gusten. Me parece que mi afición seteril tomará una nueva dimensión al enlazarse con la de “cocinilla”. Amigos, ésto no ha hecho más que empezar. Ya os contaré.
 Manuel Glez. Diego.

 

Resumen de las salidas de los meses de junio, julio y agosto.


Reseñar que fueron buenos meses, ya que hubo no pocos días de lluvia así que pudimos ver cosas interesantes, tanto desde el punto de vista gastronómico como micológico. A saber, ya en junio encontramos russulas, como cyanoxantha, vesca y también por supuesto virescens y otras muchas de más difícil clasificación y por tanto menos populares, de Boletus diremos que el aestivalis fue abundante, eso sí, la gran mayoría ya se encuentran con larvas; pero desde luego sí vimos algunos en perfecto estado para degustar, hay que decir que lo mismo ocurre con las russulas.
             Hemos visto algún Boletus aereus, estos son más escasos; pero es más fácil encontrarlos sanos; bastante frecuentes son los Lactarius volemus y también el piperatus, este último por supuesto no es comestible.

            Ya en julio y hasta pasados mediados de agosto abundantes Hydnun repandum y la apreciada Cantharellus cibarius y los otros Cantharellus friesii , ametystheus y algún melanoxerus, todos comestibles, aunque algunos deberían preservarse por su escasez, todos estos a medida que avanza agosto se ven mucho menos, sobre todo, si cesan las lluvias, esto es muy determinante.
             En el mes de agosto, además de todas las especies citadas, eso sí, siempre que haya humedad, nos encontramos con el tan deseado Craterellus cornucopioides y no se hay que olvidar del estupendo Boletus edulis, que suele aparecer alguno, éste lo buscamos en pinares y alerces a bastante altitud.

                Como especies interesantes por poco vistas o incluso por su belleza, citare algunas como Ramaria botrytis, Clavulina coralloides, Mutinus caninus, Grifola frondosa y no quiero dejar de citar, para mi gusto, a la bonita Mycena epipterygia.
               Nuestras salidas, exceptuando la única de los pinares, fueron todas a bosques de castaños y hayedos siempre en alturas entre 400 y 900 m.

Juan R. Glez. Diego