La cosecha fue pobre a pesar de que esperábamos buenos resultados en base a las últimas lluvias.
No obstante la Sra. Laura vino contenta pues resultó más afortunada.
Níscalos recogió algunos, suficientes para degustarlos con agrado. Hay que decir que se encuentran no sólo L. deliciosus, pues también se ven otras especies, por ejemplo L. hemycyaneus. B. erythropus vimos algunos, así como el badius; el primero es comestible previa cocción, si bien se utiliza muy poco por los seteros; ya que prefieren otros más sabrosos, el segundo es más apreciado y recogido por los aficionados.
Esta es la cesta de Laura, no son muchas; pero como ya dije fue la más abundante y aunque no se ven bien, llevaba tres Macrolepiota procera y un B. edulis.
Fuimos a comer a “La Casina”, detrás de la ermita de San Roque, como siempre muy bien.
Tuvimos una grata sorpresa, después de comer dimos un paseo por el prado y Aurora nos indicó un par de corras de senderuelas, que en cierto modo, nos compensó de la desilusión anterior.
Fotos: Laura López Alonso
Relato: J. Ramón Glez. Diego
Gijón 24 de Septiembre 2023
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