Quien es Alberto Álvarez Peña?

Resultado de imagenLo Primero de todo empezar diciendo que es ante todo un buen y fiel amigo. Muy conocido    en Asturias por sus programas super interesantes en radio y televisión Regional y por sus conferencias.Pero entre todo, es escritor, etnógrafo,dibujante y ilustrador de obras Asturiano.

Asi que,es un gran honor de tener Alberto a bordo.

Kenneth


Algunos Datos sobre Setas  de Asturias


Tradicionalmente Galicia y Asturias siempre fueron micófobas y buena prueba de ello es que apenas existen nombres para designar las diferentes variedades de setas, cuestión que contrasta con la cantidad de nombres que podemos encontrar en Cataluña o Euskadi donde las setas forman parte de  la gastronomía tradicional. En Asturias  reciben el nombre genérico de “Cogordies”, y más despectivo como “pan de culiebra” y “pan de buixes”.

Esta micofobia no parece tener  su origen en el temor al veneno de algunas setas porque nuestros antepasados, e incluso durante la hambruna de la Guerra Civil, veían como las vacas se comían tranquilamente champiñones y no les ocurría nada y la gente a veces recurría a comer fayucos (el fruto de la haya) para mitigar el hambre aunque su sabor el equivalente a roer madera. Así pues, el rechazo  a las  setas parece ser más bien cultural y podríamos pensar que tendría que ver  con su vinculación al mundo de las brujas, pero sin embargo hubo más procesos inquisitoriales contra la brujería en Euskadi o Navarra que aquí, así que tampoco parece un argumento sólido.

Tradicionalmente se decía que las brujas asturianas del occidente se reunían en La Veigal Palu  (Cangas de Narcea) ya la mañana siguiente los pastores se acercaban para ver si quedaba algo del “pan de bruxas” que habían consumido.

En un manuscrito firmado por el prócer Gaspar Melchor de Jovellanos el 19 de Octubre de 1776 habla de cómo acuden, el mismo, con el abogado Flórez, Molgarejo, Carbayedos, Merán y su amiga Marimontes a una reunión de brujas pasados los pueblos de Arbas y Corros (Cangas de Narcea). Cuentan como se unen a la fiesta y les dan un brebaje negro y pestoso que les provoca extrañas alucinaciones. A la mañana   siguiente se despiertan confusos en medio del campo donde se celebro el Aquelarre.
 Este dato  viene interpretándose  como el consumo  de alguna sustancia alucinógena cuyo ingrediente podría ser algún tipo  de seta pero no tenemos más referencias.

J.Ramón Goméz Fernández comenta en su obra “Las Plantas en la Brujería Mediaval” (Madrid 1999) el uso de Amanita Muscaria en algunos brebajes que primero provocan ganas de correr, saltar o bailar acompañado de la sensación de gran fortaleza que da paso a la distorsión  del espacio y varios tipos de alucinaciones. Añade que la ingestión de este brebaje tiene un sabor desagradable.



En cuanto al consumo culinario de las setas solamente hallamos tradición en Rospasu y La Cruz (Llena) donde los pastores  recogían  unas setas que llaman   de “San Bernardo”( pudiendo ser  la conocida como “San Jorge”, “Perrichico”) en Abril en el puertu Vallouta y en Mayo en las Navariegas. Se comían en tortilla con jamón y chorizo. 








También se cogía otra seta que recibía el nombre de “Pardina” ( Lepista Lucina) que también se recolectaba en primavera. (contado por Emilio Delgado Delgado 78 años, natural de Rasposu y Ulpiano Delgado Arias  77 años, natural de Xomezana y vecino de La Cruz (Llena) recogido el 13 de Mayo de 2011).




En el resto de la geografía asturiana no pudimos encontrar otra referencia gastronómica de carácter tradicional. En Arriondes (Parres) queda recuerdo de la primera vez que se comieron setas, en los años cincuenta. Alguien las había probado fuera de Asturias, las cogió y pidió permiso en el bar Sidrería el Submarino para cocinarlas y convidó  a la gente a la degustación. Allí recibían el nombre de “pan de culiebra” (Macrolepiota). Desconocemos que setas se cocinaron allí. Podemos asegurar que el consumo asturiano de setas es relativamente moderno aunque en poco tiempo consiguió afianzarse en nuestros gustos gastronómicos.

Otra seta conocida, aunque  no por su interés culinario, es Lycoperdom Perlatum, conocido como “Peu de LLobu”; “Peu de Raposu” o “Cuescu de LLobu”. Sus esporas hacían las veces de polvos de talco. En A Estiesna (Ibias) reciben el nombre de “Fungones” y se empleaban para cortar  hemorragias al cortarse en las labores del campo (Contado por Manuel Gavela Menendéz 93 años natural de A Estiesna (Ibias). Recogido el 12 de Agosto de 2012). En Llibardón (Colunga) se les llama “Fumiacos” haciendo alusión al “fumu” (humo) que semejan las esporas cuando el hongo revienta. Se utilizaban  para curar quemaduras (Contado por Ofelia Cangas Collado 66 años natural del Esllabayu (Colunga). Recogido el 31 de Julio de 2002.






Otros hongos con nombre vernáculo son los “Oreyones” (Helvella).









También a familia Ganodermataeceae, G. australe y G. aplanatum principalmente que suelen crecer en los troncos de las fayas (Fagus Sylvática) y eran apreciadas para la obtención  de yesca para prender fuego. Se ponían a cocer unos nueve días entre agua y ceniza y una vez secas se machacaban para obtener la hebra. (Contado por José Muñiz Cueto 92 años natural de Cuerres de Maza (Piloña). Recogido el 16 de Abril de 2003).





Alberto Álvarez Peña










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