El consumo de setas por parte del ser humano se remonta a las sociedades recolectoras-cazadoras del Paleolítico y Neolítico, que convivían con estas especies en plena naturaleza, no existen pruebas fehacientes de su consumo aunque se supone que debieron de conocer las setas y tratarían de comprobar si eran comestibles o venenosas, como hacían con los demás vegetales
No obstante, se ignora cualquier hecho de este tipo procedente de las civilizaciones primitivas, al no haber podido encontrar documentos gráficos ni restos fósiles con vestigios de setas. Por otro lado, las inscripciones rupestres se presentan muy confusas y de difícil identificación, para asegurar el uso de las setas por estas civilizaciones.
Importantes descubrimientos, relativos al uso alimenticio de las setas en concreto de "Lengua de buey" (Fistulina hepatica), se han llevado a efecto recientemente, dentro del período perteneciente a la civilización lacustre en Suiza.
Se han encontrado vestigios que nos indican el empleo de las setas en Borneo y Nueva Guinea, así como de los usos rituales y mágicos dados a las setas por las civilizaciones Centro-Americanas y norte de Siberia, zonas en las cuales las setas han desempeñado un importante papel en la aparición de religiones primitivas.
Los hongos eran muy apreciados en la antigüedad y, de hecho, parece que la representación gráfica más antigua de un hongo que se conoce es la encontrada en una pintura mural de la tumba del faraón egipcio Amemenhat, datada en el año 1450 antes de Cristo.
Desde la antigüedad los hongos han sido utilizados por los curanderos, médicos y hechiceros como un elemento curativo, sobre todo los alucinógenos
Las civilizaciones del Oriente Medio y Extremo de Egipto a la India e Indochina, no han dejado dato alguno en que se pueda evidenciar su hipotético interés por las setas. Sin embargo, ha llegado hasta nosotros la influencia y culto prestado por los Mayas a las setas alucinógenas, desde el siglo X antes de Cristo.
La recolección de setas se realizaba ya en el primer milenio antes de Cristo. por los griegos, de los que queda la raíz de la palabra micologia, derivada de mico que procede del griego mykes.
En el Imperio Romano, ya se empieza a tener datos y conocer el uso y consumo de las setas de forma habitual, donde esclavos escogidos realizaban su recolección y catas de las mismas. Se consumieron grandes cantidades de setas con fines alimenticios como se puede aún observar en los frescos de Herculano, donde aparecen perfectamente representados varios ejemplares de níscalo junto a faisanes. Por otra parte, también las setas venenosas han dejado su triste recuerdo a lo largo de la historia de la Humanidad, citándose siempre, como ejemplo célebre, la muerte provocada del emperador Claudio, al serle suministradas, en dosis masivas, setas de la temible oronja verde (Amanita phalloides).
Pueblos de origen celta incluían en sus rituales la ingesta de algunas especies de hongos con propiedades alucinógenas que, en algunos puntos del mundo, aún se consumen en la actualidad.
Durante la Edad Media, debido a la enorme influencia de la iglesia se paralizaron los conocimientos procedentes de los naturalistas griegos y romanos, pasando al olvido En este periodo, la separación entre hongos comestibles y venenosos se basa en creencias populares más próximas a actos de brujería que a criterios científicos.
Entre los siglos XV y XVI, el Renacimiento permite de nuevo progresar tímidamente en el conocimiento de los hongos. Es en el siguiente siglo XVII, en el que los avances culturales permitieron que en Francia reaparecieran de nuevo las setas, fundamentalmente impulsados por la nobleza, para sus platos de cocina refinada, entonces dejaron de tener definitivamente la consideración de un alimento básico para los pobres. También sería Francia el primer país en controlar plantaciones de algunas de ellas
En el 1801 Christiaan Hendrik Persoon, micólogo sudafricano, es considerado el padre de la Micología, establece en su tratado la Synopsis Methodica Fungorum, iniciando el estudio de las setas de una forma reglada.
En 1969 R.H. Whittaker , separa a los hongos en un reino aparte de las otras formas de tipo vegetal, ya que los hongos no podían ser considerados vegetales, denominándose reino fungii
Un personaje importante en la historia de las setas es Robert Gordon Wasson, padre de la moderna etnomicología (estudio de la relación entre los seres humanos y los hongos), hasta el, nunca se había clasificado las sociedades de acuerdo a la actitud que presentan hacia las setas. Él fue quien acuñó el término micófilo (aprecia los hongos) y micófobo (que los desprecia).
Por Jose Manuel.
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